¡Hola amantes a los postres!

Su sabor delicado y su irresistible textura cremosa: el flan de leche. Este exquisito manjar, presente en las mesas de todo el mundo, es mucho más que un simple postre; es una experiencia que nos invita a deleitarnos con cada bocado y a saborear la dulzura de la vida.

El Encanto del Flan de Leche

El flan de leche es un postre clásico que ha conquistado los corazones de millones de personas en todo el mundo. Su origen se remonta a la antigua Roma, donde se preparaba una versión primitiva de este postre con miel y leche. Con el paso del tiempo, esta receta se fue perfeccionando y adaptando, hasta convertirse en el delicioso flan de leche que conocemos hoy en día.

Elaboración Artesanal

Los ingredientes básicos son simples:

1 lata de eche evaporada de 315g, 5 huevos, 1 lata de condensada de 315g, esencia de vainilla y 1/2 taza de azúcar blanca para el caramelo. La magia radica en la técnica utilizada para cocinarlo. Primero, se prepara un caramelo con azúcar derretida, que se vierte en el fondo de un molde. Luego, se mezcla la leche, la condensada con los huevos batidos y la vainilla, y se vierte esta mezcla sobre el caramelo. El flan se cocina a baño maría en el horno a 350°C por 1 hora , lo que le da su característica textura suave y cremosa.

Textura Sedosa y Sabor Inigualable

Lo que hace que el flan de leche sea tan irresistible es su textura sedosa y su sabor delicado. Al morderlo, nos encontramos con una mezcla perfecta de cremosidad y firmeza, que se deshace suavemente en la boca. El caramelo aporta un toque de dulzura y un ligero sabor tostado, que contrasta maravillosamente con la suavidad del flan. Además, la esencia de vainilla añade un aroma delicioso y una nota de dulzura floral que eleva aún más su sabor.

Versatilidad en la Presentación

El flan de leche es un postre versátil que se puede presentar de muchas formas diferentes. Se puede servir en porciones individuales, desmoldado sobre un plato y decorado con un poco de caramelo líquido o frutas frescas. También se puede servir en un molde grande, cortado en porciones generosas y acompañado de una bola de helado o un poco de crema batida. No importa cómo se sirva, una cosa es segura: el flan de leche siempre robará el protagonismo en cualquier mesa.

Un Placer para los Sentidos

En resumen, el flan de leche es mucho más que un simple postre; es una experiencia sensorial que nos invita a disfrutar de la dulzura de la vida. Con su textura sedosa, su sabor delicado y su aroma embriagador, este exquisito manjar nos transporta a un mundo de placer y satisfacción donde cada bocado es un regalo para los sentidos.

¡Hasta la proxima, dulceros!

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